Consultoría de comercio internacional

Feb 26, 2013 by

Consultoría de comercio internacional

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Cuando queremos abrir un negocio en otro país, una de las principales acciones a desarrollar son los viajes para realizar prospecciones.

Lejos del típico viaje en el que se requiere firmar un acuerdo, participar en un seminario o dar una conferencia, este tipo de viajes tienen en sí mismos unas características concretas que los hacen únicos y los individualizan.

Las características de este tipo de viajes, propios de negocios de consultoría internacional, se enmarcan dentro de las prospecciones y, además de buscar oportunidades de negocio, requieren una percepción global del entorno más acercada a un viaje de placer que a un viaje de trabajo en la mayoría de los casos.

 

Las ventajas de un buen viaje de consultora internacional

En este tipo de viajes hay que buscar pulsar los ambientes. En primer lugar comprobar si el negocio que pretendemos expandir a nivel intencional tiene un mercado objetivo suficiente, analizando los distintos hábitos de los clientes potenciales.

Es fundamental, por tanto, observar las acciones desarrolladas por la que entendemos que puede ser una futura competencia, tanto su número, como fortaleza y como presencia en el territorio. Internet es un buen campo donde hacer prospecciones en ese sentido para conocer de primera mano información relevante.

Conviene, si queremos abrir una cadena de hamburgueserías, comprobar en la ciudad a la que vamos a ir cuáles son los hábitos alimenticios generales. Unido a ello veremos si les gusta o no la carne, cuándo se consumen y si existen otros tipos de hamburgueserías, kebaps o establecimientos de venta de pollo frito o similares.

 

La consultoría de comercio internacional representa un importante sector en los viajes de negocios.

 

Competencia y clientes: los elementos a seguir

Una consultoría de comercio internacional ha de analizar el tipo de hamburgueserías, en el ejemplo que estamos poniendo, que están abiertas. Veremos qué horarios tienen y es conveniente ir alguna que otra vez y analizar qué hábitos de consumo: mañanas, tardes, noches, productos más caros, más baratos o en promoción se consumen.

A partir de aquí, da igual si lo que pretendemos internacionalizar son pulseras de silicona o si hablamos de coches de ocasión. El resultado ha de ser el mismo: una perspectiva sobre mercados, clientes y oportunidades de negocio en las que, finalmente, aportemos valor al cliente, ganamos dinero y mejoremos la calidad de vida de la comunidad a la que vamos a ofrecer nuestros productos o servicios.

 

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