¿Viajar para ir a una boda?

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Disfrutar de cualquier tipo de viaje
Cuando preparamos un viaje, no son pocas las veces que no es precisamente por placer ni negocios. Uno de estos casos son los viajes por necesidades o compromisos, entre los que están aquellos que son más placenteros o los que no tanto.
Uno de los momentos en que se producen este tipo de viajes son a raíz de las tradiciones familiares, como las Navidades o Semana Santa, o los compromisos sociales, como las bodas, bautizos o comuniones. Aquí podremos descubrir desde una bodega leonesa hasta un restaurante masía catalán y, por qué no, disfrutar de unos días de más.
En todos ellos es posible optimizar el viaje cuando se va a una finca de bodas y, por qué no, en caso de que ellos sean especialmente relacionados con temáticas agradables, aprovechar para hacer turismo.
Aprovechar las bodas
Cuando una boda se desarrolla fuera de nuestro entorno, podemos utilizar el viaje para hacer turismo, fundamentalmente de ciudad.
Si habitamos en una ciudad como León y nos dirigimos a un banquete de bodas en Barcelona, podemos utilizar el día no solo para la celebración, sino coger unos días antes o después para disfrutar de la ciudad condal.
También podemos apoyarnos en páginas de Internet la clave de lo que se conseguirá con el viaje que vamos a plantear en nuestro proyecto de tiempo que vamos a dedicar a estas actividades.
Y es que el catering y las comidas ligeras se ha convertido en un elemento en que para muchos viajes de negocios o de celebraciones se consolida como uno de los centros neurálgicos a la hora de servir las comidas o cenas e incluso aperitivos.
Desde la visita a la Sagrada Familia, la Plaza de España o la Plaza de Cataluña hasta contemplar otros edificios de Gaudí, se pueden hacer numerosas actividades que incluyan, por ejemplo, un paseo por las Ramblas para hacer compras.
Si buscamos en google espacio eventos Barcelona podemos encontrar diferentes actividades que van desde preparar una boda, con lo que nos informamos un poco sobre el tema, hasta espacios singulares que podemos alquilar u observar. Otra forma de hacer turismo, peculiar, pero para luego aplicar en nuestros negocios.
Visitas a escuelas o formación
Si un amigo ha decidido estudiar inglés en Nueva York es un buen momento para ir a visitarle.
Obviamente si ha decidido hacer un curso de manualidades en Albacete pues igual no es tan interesante, por lo que nuestra selección debe centrarse en aquello que, particularmente, también nos gusta a nosotros.
Y es que, por qué negarlo, viajar a Brasil o un curso de inglés en Estados Unidos suelen ser actividades que fomentan más la amistad que los barcos de papiroflexia en badajoz o los de macramé en Logroño.
La clave está en conseguir compatibilizar todas las actividades y pasarlo bien. No todo es estar delante del televisor o conectado a redes sociales en la red. Hay vida más allá de facebook o de twitter y está en nuestra mano el ir al cine o visitar Rumanía.